Los
antecedentes del estudio científico del desarrollo infantil son las biografías
de bebés, diarios en los que se registraba el desarrollo temprano de un
solo niño. Uno de los primeros diarios, publicado en 1787 en Alemania, contenía
las
observaciones que Dietrich Tiedemann (1748-1803)
hizo de la
conducta sensorial, motora, cognitiva y del lenguaje
de los
primeros dos años y medio de vida de su hijo. De naturaleza
especulativa, como suelen ser dichas observaciones,
Tiedemann
concluyó erróneamente, después de observar al bebé chupar con mayor frecuencia
una tela atada al dedo de su cuidadora, que la succión
debía ser “adquirida y no instintiva”.
Fue Charles Darwin (1809-1882),
creador de la teoría de la evolución, quien enfatizó por primera vez la
naturaleza evolucionista de la conducta del niño. En 1877, creyendo que
se podía comprender mejor a los seres humanos estudiando sus orígenes (tanto
como especie, como individuo), Darwin publicó un resumen de sus notas del
desarrollo sensorial, cognitivo y emocional de los primeros doce meses de vida
de su hijo. El diario de Darwin le dio a las “biografías de bebés” un respeto
científico; se publicaron alrededor de 30 durante las siguientes tres décadas.
En la misma época, en
concreto en 1882, Wilhelm T. Preyer (1841-1897) publica “El alma del
niño”. Preyer ha sido considerado, a veces, como el realizador del
primer estudio científico sobre el desarrollo infantil, y el creador del
campo llamado embriología conductual, y de la psicología ontogenética.
Estableció una serie de normas para la observación científica de los
niños y seres no humanos, demostrando que el estudio de los niños podía
constituir tanto un área científica como un movimiento social y humanista.
A principios del siglo
XX se producen una serie de acontecimientos que van a afectar al desarrollo de
nuestra disciplina: − El movimiento psicoanalítico. Sigmund Freud (1856-
1939) insistió en la importancia que tienen las primeras experiencias tempranas
para el desarrollo de la personalidad adulta, dando coherencia a la idea no
admitida hasta entonces de la influencia de las experiencias tempranas para el
desarrollo posterior. Sin embargo, no se dedicó al desarrollo infantil, fueron
otros autores como Anna Freud (1895-1982) o Melanie Klein (1882-1960)
los que desarrollaron el psicoanálisis infantil. − La extensión de la escolaridad
obligatoria a todos los niños realizada a finales del siglo XIX, junto a la
insatisfacción con los resultados educativos produjo un movimiento de
renovación educativa −Ovide Decroly (1871-1932), Maria Montessori
(1870-1952), Edouard Claparède (1873-1940)−, en el que se señalaba
la importancia de conocer al niño para poder llevar a cabo la tarea educativa.
− La introducción de
los test mentales. Alfred Binet (1857- 1911) y Théodore Simon (1872-1961)
publican su test de inteligencia (1905) que tendrá una enorme repercusión en trabajos
posteriores. La idea de Binet era elaborar un instrumento que permitiera conocer
el nivel de cada niño para que pudiera seguir la enseñanza con éxito.
Sin embargo, a esta
nueva disciplina aún le faltaba recorrer un largo camino. La adolescencia no
fue considerada un periodo separado del desarrollo hasta también los inicios del
siglo XX, cuando Stanley Hall (1844-1924), pionero en el estudio
normativo del niño, publicó un libro popular (aunque sin bases científicas)
llamado “Adolescence”. La tabla siguiente presenta un resumen, en orden
histórico de las ideas y contribuciones de Darwin, Hall y algunos otros autores
pioneros en el estudio del desarrollo.
En esta parte se resume brevemente algunas autores con sus respectivas teorías.Bibliografía
https://www.youtube.com/watch?v=nG4Lqbzjs54&t=20s
Luis Javier Sanz Rodríguez. (enero 2012 ). Psicología evolutiva y de la educación. 17/11/16, de CEDE Sitio web: http://www.pir.es/temas_muestra_2011/10.PSEVOLUTIVAYEDUCACION.pdf
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